Pasar mucho tiempo de pie

Es lo peor para la circulación. Las venas se hinchan y el retorno de la sangre se hace más difícil. El resultado: piernas pesadas y embotadas. Son frecuentes los calambres nocturnos e incluso lo que se denomina síndrome de piernas inquietas.

Pasar mucho tiempo de pie suele provocar la aparición de varicosidades y moratones ante el mínimo golpe, o incluso pueden aparecer de forma espontánea. Para mejorar el retorno sanguíneo, hay que reforzar las paredes venosas, tonificando los músculos posturales. Éstas son tres recomendaciones muy sencillas de seguir y que facilitan la circulación:

• Hacer deporte. Bicicleta, natación, marcha… También sirve para subir escaleras. 
• Tomar vitamina E. Antioxidante para la piel, y se ha demostrado también que refuerza las paredes venosas. La encontramos en el aceite de las pepitas de uva, la yema de huevo y los pescados de mares fríos, como el salmón. 
• Masajes drenantes. Ayudan a eliminar líquidos y favorecen la circulación sanguínea y linfática. De vez en cuando, lo mejor es consentirse uno mismo en un instituto de belleza, porque así estará en manos de profesionales. Si el exceso de trabajo se lo impide, inténtelo usted misma en casa con masajes, desde el tobillo hasta las caderas, ayudándose con un gel descongestionante.