I. Ama a tu esposo, pero no lo ames mas que a Dios. Nadie debe ocupar el lugar de Dios en tu vida. Tu primera devoción y tu primer amor deben ser ofrecidos únicamente al Señor. Cuídate de no hacer de tu esposo un ídolo, al que le dedicas lo mejor de ti.
2. Te someterás a tu esposo. El llamado que Pablo le hizo a las casadas, era de sujetarse a sus maridos. El decía “las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Efesios 5:22-23). La mujer está llamada a someterse a su esposo como una muestra de reverencia a Dios. El te pide que lo respetes, aun cuando pienses que esta equivocado, en los desacuerdos y aun si tu esposo no es creyente.
3. Orarás por tu esposo y por tu familia. El rol de la mujer dentro del matrimonio es ser ayuda idónea para su esposo (Génesis 2318). Y esta función tiene su cumplimiento en gran medida, a través de la ayuda espiritual. Mediante la intercesión, la mujer cubre a su esposo con protección y bendición del cielo, incluso si el esposo no es creyente. Hay mucho poder cuando una mujer ora por su marido y por su familia.
4. Serás prudente para hablar. Tienes que ser sabia con las cosas que declaras, sobre todo cuando te diriges a tu esposo. Aun en los momentos de crisis y diferencias debes medir tus palabras para edificar y no para destruir. Debes siempre conservar la calma recordando que la “blanda respuesta quita la ira”(Proverbios 15:1)
5. Te vestirás decorosamente. Como dama de la casa, debes vestirte con pudor. Tu apariencia siempre debe ser honrosa y no provocativa. No usarás escotes y ni ropa pegada al cuerpo, porque tu virtud y belleza vienen de tu carácter interior y no de tus vestidos ni ornamentos. Esto fue lo que enseñaba el apóstol Pablo cuando decía: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad (1 Timoteo 2:9-10).
6. No engañarás a tu esposo. Serás fiel a tu esposo en tu corazón y en tus pensamientos. Tendrás solo ojos para tu esposo honrando el pacto que hiciste delante de Dios. Fidelidad a tu marido y a tu familia, también es fidelidad a Dios.
7. Ayudarás económicamente. Tu aporte en la economía será importante, porque la esposa también es responsable de la administración de las finanzas. Trata de ahorrar, no malgastar, usar bien el dinero y procura contribuir con la estabilidad financiera de tu familia.
8. Reconocerás su autoridad. Es necesario que reconozcas la autoridad de tu marido sobre todo delante de otras personas y delante de los hijos Es un error exponer los defectos, las faltas y las debilidades del esposo delante de otras personas.
9. Atiende a tu esposo. La esposa debe esforzarse por atender a su marido dentro del hogar. Dependiendo de tus habilidades y de los gustos de tu esposo, debes demostrar el amor mediante los detalles.
10. Modela a Cristo. Como creyente debes exhibir el carácter de Cristo aun delante de tu esposo. En tu trato con el, cuando estas bajo presión y mas aun cuando tu esposo necesita de tu apoyo. Pídele a Dios su gracia, sabiduría y fortaleza. Especialmente si tu esposo no es creyente.
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